La Asociación de cine Vértigo organiza en junio, en el CICCA de Las Palmas de Gran Canaria, una proyección especial del documental «Absolución de Juan Alfredo Amil», dirigido por el cineasta canario.
El Centro Cultural acoge la sesión, el lunes 30, a las 18:30 h., que contará con la presencia del director, Juan Alfredo Amil, quien presentará la película y, posteriormente, mantendrá un coloquio con el público asistente.
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Fotograma de “Absolución de Juan Alfredo Amil”
Nacido en Arona (Tenerife) en 1981, Juan Alfredo Amil es un cineasta multidisciplinar, especializado en cine documental y en contar historias de forma íntima y artesanal.
Es uno de los cineastas pioneros de España en la realización de cortometrajes con teléfonos móviles, merced a las premiadas piezas «Soy un héroe» (2011, primer corto realizado con un Smartphone en formar parte de una de las secciones oficiales en el prestigioso Miradasdoc), «El cazador. Un Mundo en Imágenes» (2013, premiada en Movilfest Budapest) y “Olvidada” (2016, premiada en Visionaria).
Amil obtuvo experiencia en el terreno del documental con dos piezas televisivas. La primera, «Héroes Modernos» (2015), premiada en festivales alrededor del mundo, y por la que el cineasta acabó siendo reconocido por “su contribución cultural al deporte” en los premios Tenerife Sur es Deporte. La segunda, «Amaro Pargo: Entre la leyenda y la historia» (2017), fue la primera pieza documental jamás realizada sobre el corsario más famoso de España, y fue estrenada directamente en Televisión Canaria.
En 2018 inicia el rodaje de su primer largometraje cinematográfico oficial, «Absolución de Juan Alfredo Amil», que se estrenó en diciembre de 2023. El proyecto ya ha sido adquirido por RadioTelevisión Española y Televisión Canaria, y cuenta con el apoyo del Cabildo Insular de Tenerife, y con el patrocinio del Patronato de Turismo del Ayuntamiento de Arona.
Juan Alfredo Amil. Foto: Josefina Blanco
“Lo confieso, soy un fan acérrimo del escritor Charles Bukowski, que se exponía personalmente (con todas las consecuencias) en sus relatos y novelas. Y siempre había querido hacer algo así. El problema cuando intentas plasmar en cine lo que Bukowski llevaba a cabo en su obra, es que la falta de veracidad queda mucho más patente por la utilización de actores, decorados y encuadres que han sido configurados para crear ese contexto. A pesar de que Bukowski se escudaba en su álter ego Hank Chinaski, lo cierto es que podías palpar en su prosa cruda y descarnada que lo que contaba era pura realidad (quizá contaminada por su propia perspectiva, pero realidad, al fin y al cabo). Tras mucho analizarlo, me di cuenta de que para proyectar en pantalla algo tan auténtico como lo que el escritor americano forjaba en sus textos, lo mejor era adscribirse al género documental que, aunque no siempre está anclado a la realidad (y, ciertamente, ‘Absolución’ no pretende ser un ejercicio fílmico puramente realista), sí que se halla desprovisto del maquillaje al que suele someterse el cine de ficción.”
Juan Alfredo Amil